Parece ser que los 255 femicidios del año pasado no bastaron para que el
gobierno nacional afrontara la situación y evalúe una posible solución para que
disminuya el número de mujeres asesinadas. Todo lo contrario, este año ni si
quiera se dio a conocer el presupuesto nacional destinado a temas que afectan
directamente al género femenino como lo es la violencia de género. El del año
pasado fue del 0.0027 por ciento. ¿Cuánto más tenemos que esperar? ¿Cuántas
muertes más se necesitan?
Es un tema tan alarmante que requiere de acciones concretas urgentes. Hace
apenas unos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un
informe en donde se declara a la violencia de género como "una
epidemia".
Según informó la OMS, cerca del 35% de mujeres experimentarán hechos de
violencia dentro o fuera de la pareja en algún momento de sus vidas. El estudio
revela que este tipo de violencia es el más común y que afecta al 30% de las
mujeres en todo el mundo. En América, el 29,8% ha sido víctimas de
este flagelo ejercido por su pareja, y el 10,7% por alguien exterior a la
relación amorosa.
A pesar de que la Argentina ha avanzado en materia legislativa con la sanción
de la Ley 26.485 que establece la Protección Integral para Prevenir, Sancionar,
y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen
sus relaciones interpersonales, su implementación todavía no es plena, y es por
eso que la violencia de género no ha hecho más que crecer.
"Cada 35 horas muere una mujer víctima de violencia de género en nuestro
país. Sin embargo, sabemos que ese número es aún mayor dado que las cifras con
las que contamos son las de aquellas mujeres cuyas muertes fueron publicadas en
los medios. Es fundamental que las autoridades nacionales trabajen en
soluciones efectivas para disminuir los femicidios. Considero que es de gran
importancia concientizar desde la sociedad civil y ayudar a la implementación
de política públicas para facilitar y contribuir con aquellas que han sufrido
este flagelo", aseguró Carolina Barone, presidente de la Asociación Civil
Mujeres Como Vos, quien agregó: "En la Ciudad de Buenos Aires hay
numerosas posibilidades para las mujeres que necesitan ayuda desde los centros
integrales de la mujer, la oficina de violencia de la Corte y organizaciones de
la sociedad civil. Sin embargo, existen localidades de nuestro país donde ni
siquiera hay una comisaria de la mujer o una oficina para atender este tipo de
casos".
Tal como aclara la OMS en su informe, las consecuencias de la violencia de
género no son sólo física, sino también psicológicas. Una mujer agredida es una
persona que se desvincula con su entorno social, que deja de trabajar porque no
se siente capaz, que no tiene dinero porque no crea que pueda manejarlo. Pero
la realidad que es una historia creada por el agresor para aislarla de su
entorno, y es ahí cuando la situación se dificulta y es difícil salir.
"Creo firmemente que la educación y la concientización es el camino
más eficaz para la prevención de la violencia de género. Hoy en día hay un
número muy alto de violencia en el noviazgo, y del cual muchos no se dan cuenta
porque creen que actúan por "celos", pero la realidad es otra",
expresó Barone y afirmó: "hoy es no te pongas esa pollera, mañana es un
moretón en el ojo. Para eso trabajamos, para explicar cómo salir de ese círculo
a tiempo, ayudar a salir de la situación y tratar de formar un espacio seguro y
con igualdad de derechos tanto para el hombre como para la mujer".